martes, 30 de junio de 2009

Imanol Querejeta y el factor humano


La idea es muy simple: lo material es muy importante, pero lo decisivo es la huella personal. Para explicármelo el día anterior, Imanol Querejeta había utilizado el ejemplo de dos hoteles que conoció en un viaje. El primero era un lujosísimo cinco estrellas; el otro, un modesto y no demasiado atractivo tres estrellas. ¿Por qué se ha fijado en su recuerdo el aparentemente menos confortable? Sencillamente, porque quienes lo atendían lo hacían poniendo toda el alma e iban mucho más allá de lo que indicaba la lista de servicios y tarifas. No eran recepcionistas, botones o camareros más o menos competentes, sino seres humanos dispuestos a convertir al viajero casi en miembro temporal de la familia.

A la hora de hablar de ello en antena, el hotel pasó a segundo plano, porque teníamos un ejemplo aún más próximo. Esa mañana, Iratxe Molinuevo nos había regaladio un doble CD artesanal que contenía una canción cuidadosamente elegida para cada colaborador de MQP. Una muestra -otra más- del corazón que pone Moli en su relación con el programa. Y ella no es la única: cada una de las personas reflejadas en el disco actúa de un modo muy similar. Ya dije en su día que ellos y ellas son MQP, y hoy lo grito en voz aún más alta. Se me ocurren una docena de cosas que hacen diferente -tal vez único también- a nuestro programa, pero la más importante de todas es lo que Graham Green llamó El factor humano. Es una bendición que a veces duele como si fuera lo contrario, pero es nuestra principal seña de identidad y en lo que nos quede no renunciaremos a ella.

Puedes escuchar aquí la charla con Imanol Querejeta sobre el Factor Humano:





Si no puedes escucharlo con el reproductor, tal vez no tengas Flash instalado. No importa: también puedes descargar el audio a través de este enlace. Ya sabes, botón derecho, etc...

domingo, 28 de junio de 2009

Ara Malikian, el violinista que subió a nuestro tejado



Nos dijo que no hacía falta que le enviásemos un taxi a Elorrio. Se acercaría él mismo en su coche y luego saldría pitando hacia Madrid. Y así ha sido. A las diez y seis minutos hemos atisbado entre su impresionante cabellera la primera de las cien mil sonrisas que nos ha regalado Ara Malikian esta mañana. Le han bastado unos segundos para poner a punto su violín -el mismo con el que sólo unas horas antes había llenado de magia el festival Musikaire- y a las diez y once minutos ha entrado en algo muy parecido a un trance, mientras llenaba el estudio de notas que han escapado volando hacia vuestros oídos. Más tarde han venido sus palabras, que yo he escuchado hipnotizado sucesiva y alternativamente por su mirada armenio-libanesa falta de sueño, su media docena larga de colgantes y el increible muestrario de pulseras de su muñeca derecha. Testigos de todo, el violín y el arco descansaban sobre la mesa, mientras quien les da vida (y viceversa) nos contaba lo afortunado que se sentía por dedicar casi todas las horas de su vida a su pasión y que cada día al despertarse necesitaba "coger el violín para crear algo, para aprender algo, porque todavía no he perdido, por suerte, la ilusión de tocar". Ojalá os haya pasado como a mi, que tenía urgencia por escuchar justamente esas palabras... tan parecidas a las que nos dijeron Lucía Lacarra o María Bayo. Curioso, ¿verdad?, que algunos de los que más alto han llegado sigan disfrutando con su trabajo.
Puedes escuchar aquí la música y la voz de Ara Malikian:




Si lo deseas, puedes descargarte la charla a través de este enlace (botón derecho, etc...)
¡Ahhh! Estos minutos inolvidables han sido posibles gracias a mi querida compañera Patxu Elejabarrieta. ¡Un beso, Mari Pau! Nuestro agradecimiento también a Juan Francisco Ramos, Fernando Egozcue y Jorge Brundman, que actuaron como confidentes de Edurne Mendia para su fabuloso perfil.
La foto la hemos robado de la web de Ara Malikian. Merece la pena visitarla.

lunes, 15 de junio de 2009

Néstor Basterretxea vuelve a Arantzazu con MQP



Nos hubiéramos conformado con tener su voz a través del teléfono, pero cuando le llamó Edurne, Néstor Basterretxea se ofreció a subir con nosotros a Arantzazu. Liberado hace dos meses del dolor y la rabia que le acompañaban desde que una mano anónima destruyese con una capa de pintura blanca sus supuestamente sacrílegos primeros bocetos para la cripta de la basílica, el artista de Bermeo quiere demostrar que su reconciliación con la comunidad franciscana es total. Quién sabe si por pura serendipia o porque es cierto que el de arriba escribe recto en renglones torcidos, al reencontrarse con las pìnturas que tuvo que hacer tras el borrado, el octogenario Basterretxea vio en ellas un trabajo mejor que el original. "Casi casi les he agradecido que lo borraran. Es verdad que me gusta mucho más, así que oso ondo, hemos salido ganando todos", nos dijo en la charla que compartimos también con el director de Gandiaga Topagunea, Iker Uson, y con el responsable de Baketik, Jonan Fernández, mediador -¡cómo no!- del abrazo entre el artista y los franciscanos.

Entra otras cosas, en esa deliciosamente desordenada conversación nos enteramos de que la primera intención de Néstor Basterretxea fue pintar de espaldas su colosal Cristo rojo para el altar de la cripta. Sólo la mano izquierda de Monseñor Setién evitó lo que hubiera terminado con un nuevo borrado... o tal vez con la excomunión. A lo que no renunció, nos dijo, fue a presentar su propia visión del hijo de Dios crucificado: "Hice un cristo exigente, no el Cristo ese afeminado de Hollywood, guapo y tal. Casi es un carlista; un carlista que dice 'pasad, pasad, sinvergüenzas'...", nos contó con su socarronería marca de la casa.

Puedes escuchar aquí la charla con Néstor Basterretxea, Iker Usón y Jonan Fernández:




También puedes descargar el archivo de audio a través de este enlace (botón derecho: guardar destino como u opción similar de tu navegador)

lunes, 1 de junio de 2009

Jabier Muguruza y la radio que pronto morirá



De nuevo Jabier Muguruza y su percepción extrasensorial. De entre todos los garitos del mundo, ella tuvo que entrar en el mío, decía Rick en Casablanca y yo, que sólo me parezco a Bogart en la estatura, me pregunto por qué de entre todos los asuntos de los que pudo haber hablado ayer, Jabier escogió la radio. Je... algunos pensaban que la mataría el video o internet. Pero no. Será la mediocridad la que acabe con ella. Y creo que será pronto. Cuando ocurra, nos quedará su recuerdo. Lo que guarde mi memoria será muy parecido a lo que nos dijo ayer Muguruza.

Escucha aquí la columna de Jabi Muguruza sobre la radio:




(También puedes descargar el archivo aquí)