Cuando despedí el programa del domingo 8 de febrero de 2009, no imaginaba ni por lo más remoto que el verso No me dejes dormir, no me des paz con que cerramos la hora dedicada a Julio Cortázar se me iba a cumplir como una profecía funesta. Como un Pulgarcito tratando de desandar el camino en que se ha perdido siguiendo las migas de pan, me aplico en volver al punto de partida buscando, en este caso, las señales que he ido marcando en el aire. Casi todas se han borrado, pero para mi esperanza, o tal vez para que no tenga la tentación de pensar como Kavafis (¡otra vez lo cito!) que fue un sueño, se conserva intacto el puñado de minutos con que quisimos no sólo reivindicar a Julio sino proclamar que seguía vivo.
Secundada por todo el equipo de MQP, Edurne Mendia recorrió durante la semana anterior su propia Rayuela (Infierno, purgatorio, paraíso) y nos regaló una hora de radio que yo sé que quedará para siempre en su zurrón personal y profesional. Lo hizo -lo hicimos- porque nosotros también queremos tanto a Julio...
Escucha la Hora Temática dedicada a Julio Cortázar aquí:[La caricatura que ilustra la entrada la hemos tomado prestada de esta galería de Picassa.]
2 comentarios:
Julio, mi gran amor platónico.
Empezó a formar parte de mi vida cuando a los 19 años, a falta de televisión, pasábamos las horas en el piso de estudiantes sentadas alrededor de la mesita del salón leyendo sus cuentos y relatos. Cada una leía una historia, mientras las demás tomábamos una infusión con las mantas envolviendo los pies para poder aguantar mejor el frío. Qué de suspiros al terminar Bestiario, y tantas otras.
elena
Yo también quiero a Julio!!!!
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