Unos años antes ya me había hechizado con su cercanía sin maquillaje en una entrevista cara a cara que -vaya usted a saber por qué- no guardé en mi archivo. El pasado sábado volvimos a charlar con ella y, aunque esta vez fue por teléfono, noté de nuevo su magnetismo. Cuentan las crónicas que el concierto de la noche anterior en Donostia no fue el mejor de su vida. Probablemente ocurrió lo mismo con el que, horas después, dio en Bilbao. No me importa. Ni siquiera me enloquece su música. Es ella, su sencillez a prueba del petardeo que acompaña al éxito, su determinación por hacer su propio camino, lo que de verdad admiro.
Escucha la charla con LaMari aquí:
En bici por el Camino de Santiago: julio del año 2000
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Nos vamos al año 2000. Recuperamos el relato de mi primera experiencia
cicloturista. Como la de tanta otra gente, no fui nada original: el Camino
Francés, ...
Hace 12 horas
3 comentarios:
Luz y no brillo... os deseo lo mejor. Y lo mejor siempre está en la apertura y el encuentro. Mi abrazo a este nuevo espacio que espero se ensanche, así, poquito a poco.
Eeeeey!!!! Buena idea este blog. Me alegro de haberos encontrado.
Pues así, como si nada, como el olor de los tilos ( imprescindibles ahora).
A gustito aquí.
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