lunes, 12 de octubre de 2009

Enrique Miret Magdalena: Agur, ondo ibili



Agur, ondo ibili. Así se despidió de nosotros Enrique Miret Magdalena en la entrevista que hemos rescatado del archivo como homenaje al teólogo fallecido hoy. En cada charla que tuve con él -una docena y tal vez me quede corto- me recordaba que antes de la II República solía veranear en Lekeitio y que desde entonces guardaba un cariño inmenso por esta tierra. Lo demostró en lo fáciles que nos ponía las cosas cuando le llamábamos, fuera la hora que fuera, y para hablar de lo que se terciase. No había tabús en la conversación. 

La entrevista es de marzo de 2005. La coartada fue la publicación de Cómo hacerse mayor sin ser viejo, un libro en el que Miret animaba a seguir ejercitando el cuerpo y la mente más allá de los calendarios. Él lo ponía en práctica: antes de atendernos ya había hecho sus ejercicios matinales de yoga. En su tono sosegado habitual, nos habló de la tolerancia, de su idea de que la pacificación era posible a pesar de todo y de la necesidad de aceptar aquello con lo que no estábamos de acuerdo. También mencionamos la etiqueta progresista que se solía añadir a su condición de teólogo. Él aceptaba con orgullo la palabra. Lo curioso es que sus vivencias -fue perseguido por las fuerzas republicanas en el Madrid asediado por el ejército franquista- le pudieron haber llevado exactamente al otro lado.

Por cierto, su muerte me ha demostrado que la Wikipedia tiene grandes lagunas.

Aquí podéis escuchar la charla que mantuvimos (25/03/2005) con Enrique Miret Magdalena:

1 comentario:

Entzule dijo...

Me parecía un tío íntegro. Eso, ondo ibili en la Eternidad.