jueves, 22 de octubre de 2009

Sobreprotección (y 2, de momento)



Lo prometido es deuda, y aquí estamos para pagarla. Dijimos que habría segunda entrega para hablar de sobreprotección con Imanol Querejeta y a ello nos aplicamos el pasado domingo... aunque me temo que nos desviamos por el vericueto de la tolerancia con los churumbeles adolescentes. Yo dije que en nuestros tiempos mozos íbamos a la verbena del pueblo de al lado -o de cuatro pueblos más allá- y nuestros padres eran capaces de conciliar el sueño pichís-pichás, mientras ahora no se pega ojo, se les llama al móvil con desesperación, se va a buscarlos/as a las tantas de la madrugada... Imanol y Natalia objetaron que no eran situaciones comparables porque ahora hay más peligros. Luego seguimos con el clásico de poner una hora para volver, negociar y me llevo una. Ocho minutos muy aprovechaditos, aunque lo estarán más si habláis por esa boquita o, lo que es lo mismo, si comentáis por esa ventanita...

Aquí podéis escuchar la segunda entrega en torno a la sobreprotección (MQP, 18/10/2008):

La ilustración la he afanado del blog de Kalvellido, que os invito a visitar. (Espero que no le parezca mal, ejem...)

3 comentarios:

javi dijo...

Se proteje mas a la hija, que al hijo ??

sonia dijo...

Luego vemos a chicos y chicas con comas etílicos, pasados de pastillas...que vienen a las consultas porque la droga que toman: porros o pastillas les empiezan a dar problemas...que un tio se bajó de un coche y le rompió los dientes sin mediar palabra...que no sabe cómo pero no usó preservativo...
Más que sobreproteger que creo que es un error si se realiza durante mucho tiempo, quizá un tiempo no, pero mucho en esta vida todo es malo...y acaba por cansar...es cómo los padres podemos hacer a nuestros hijos más "asertivos" vaya palabro! como la pro-castro-nización ;-), es decir saber decir que no, saber cuando pararse de beber de drogas etc, hacerlos más seguros de ellos mismos, y por qué no animarles a saber defensa personal y saber dar patadas donde más duela.
Ya lo siento pero si hay peligros psicológicos o físicos debemos más que proteger, ayudar a que ellos se sepan defender.
Más o menos ya sabeís.

Moli dijo...

Y antes que defender o orientar en la busqueda de recursos, ANTES es pararse a conocerse y en eso adolescentes y adultos estamos muy pero que muy perdidos por que luego hacemos imposible la convivencia, destruimos todo no lo que sea igual o peor que yo y vivimos a espaldas de sombras y vacíos afectivos que lanzamos fuera proyectándolo en los otros o racionalizándolo como mejor conviene ¿no crees?. Y es que el MIEDO, el interno, ese es la peor sustancia dañiña que hay y la que nos mueve a protegernos o defendernos hasta límites, en fin, que todos conocemos.